viernes, 24 de junio de 2011

Dime destino, que me toca hoy.



¿Crees en el destino?


Vaya pregunta tonta, ¿no?

Pero acaso has pensado que cada una de las cosas que pasa en tu vida tiene una razón de ser, un ¿por que?,
Si cada una de las cosas que hacemos, estuvieran ya predeterminadas, ¿que harías?;¿ vivirías lo que te ha tocado vivir?
Siendo sinceros con nosotros mismos, seria mas fácil buscar esa excusa de estar predestinado a algo, que creer que pudimos hacer las cosas diferentes y no lo hicimos; por temor, miedo o cualquiera de los sinónimos que le puedas dar a esa pequeña palabra que aunque simple puede expresar y describir a lo que sienten muchas personas ahora.

Imagina no mas, ir contra la corriente, buscando alcanzar algo que se supone que "no te toca a ti".
Pero acaso esa es el mejor camino; abandonar todo aquello que crees como cierto para someterte a la jugarreta, del a veces cruel destino.

Siempre he creído que resignarse es una de las peores cosas que el ser humano puede hacer, es como decirte a ti mismo "no fui capaz", acobardarte cuando deberías ser mas fuerte y no luchar por tus sueños, tus ideales, tu anhelos...
En la vida habrá muchas cosas que a lo mejor no puedas alcanzar, pero no lo harás solo porque el "destino" no lo quería así, sino porque tu no hiciste nada para estar mas cerca de lograrlo, porque en el camino, terminaste rindiendote y tomando la salida fácil.

¿Quieres algo?

Haz lo que tengas a tu alcance y mas aun lo que no para conseguirlo, las cosas no te llegaran por arte de magia, no esperes sentado a que un milagro toque tu puerta, el milagro lo haces tu, con tu esfuerzo, paciencia, dedicación y  persistencia; piensa que no hay nada imposible, solo hacen falta las ganas y la energía para lograrlo.

El destino solo es una forma de excusarte de tus fracasos; vive tu vida y crea tu camino, tu historia día a día, con tus acciones, pensamientos y sentimientos.